París.

Viernes, 30 de diciembre. París

9.30h suena el despertador, frío, sueño. 

Mucho sueño.

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Ducha, pantalones, camisa, pisamierdas, tazón de leche, y al metro.

Así de chulo cogía yo la línea 2, yo como en casa. 

Dirección: Montmartre.

El recorrido estaba claro, ir al barrio en el que Amelie nos hizo soñar, donde nos emocionó.

Calle arriba, calle abajo, risas y fotografías, así se pasó la mañana.

Y como no, me tenía que pasar por el plaza de los pintores, tenía ganas de ir a la mejor crêperie de París, soy un asiduo de ella, pero estaba cerrada. Así que me fui a comer más tarde a un italiano.

Tras mi calzone napoli en el estómago, no podía ir que a otro sitio que a Lafayette, Printemps y demás galeries para ver sus maravillosos escaparates con ''Mari pili''.

Pero no me quedé ahí abajo, no me iba a quedar con la plebe, con la gente normal tenía que subir a lo más alto. Estar ahí abajo era de pobres, y subí 10 plantas para dominar el mundo, por minutos, pero dominar el mundo al final y al cabo y reírme de forma silenciosa de ellos.

(todo de buen rollo, no saltéis contra mí)

Después aquí mi amiga y yo no pudimos culminar la tarde de otra manera que en la biblioteca del Centre Pompidou, no penséis que íbamos a estudiar a un mes justo de los exámenes, ¡no! Íbamos a ligar.

 Las discotecas son de antiguos, el futuro está en las bibliotecas...

Vaya .......... que había

¿como no amar la biblioteca?

Sin más

Blaum 

os desea lo mejor para el 2012